Como joderse unas vacaciones paná

En el momento de escribir estas líneas me encuentro en el salón de oficiales del buque Universal Challenger. Hoy es domingo 23 y debería de estar en mi casa disfrutando de unas vacaciones de semana santa.

El trabajo en este barco ha sido lo peor que le puede pasar a uno y es que te topas con un superintendente a bordo que te dice que el motor no va bien, que si es la turbo (en este mundillo es fémenina)que si no coje vueltas bla bla bla. Tras hablar con los técnicos de turbos a bordo llegamos a la conclusión de que esta va como la seda. El jefe de máquinas y el superintendente pretenden que dándole un golpecito con la mano al rotor de 250kg este se ponga a dar vueltas indefinidamente, como un móvil perpetuo. Después de discutir que la responsabilidad es mia que si es tuya que si es de los de la turbo, que si salimos de pruebas de mar va a costar un pastón y después de decirle al superintendente que me da igual lo que cueste, que si quiere que le diga como esta el motor o lo veo en marcha o no pinto nada a bordo, este accede. Los remolcadores vienen a sacarnos del puerto, la maniobra puede haber costado 30000 euros facilmente.

Un temporal se acerca y deja una bonita fotografia al atardecer.

 

Salimos a navegar y comienza el mareo total, que si el motor sube de vueltas muy lento que si las temperaturas de gases de escape están altas, nada que no se resuelva dejando que la máquina coja temperatura, vaya rodando y se estabilice. No hay nada como darse una vuelta por el motor y escucharlo. El problema estaba cantado, lógica, y es quee stos motores son supersencillos, mientras tenga aire y combustible dan vueltas.

Al final solamente hacia falta un poco de mano para llevar el motor, esto no es un ferrari sino un motor lento, 85rpm/min y hay que tratarlo con mimo.

Bueno, es hora de volver, ahhhh, va a ser que no amigo, con un viento fuerza 8, la lancha dice que no se pone a nuestro costado. Bajar en esas condiciones con la lancha subiendo y bajando al unísono con olas de hasta dos metros es muy peligroso. Pasamos la noche a bordo.

 

Por la mañana todo sigue igual. El capi se esta planteando llamar a un remolcador para que venga a por nosotros. Un remolcador no se movería tanto como una lancha. Llevamos 15 horas de espera para poder bajar, el buque lleva 15 días en Cartagena en reparaciones de emergencia, cargado de azúcar y soja y están deseando tirarnos por la borda y partir rumbo a Siria.