Este fin de semana ha sido uno de los más duros de mi vida, no por el hecho de subir al pico dels Posets, segundo más alto en Pirineos, sino por como se dieron los acotecimientos.
Javi y yo salimos de Valencia el sábado a las 03:00h hacia Andorra para hacer unas compras por la mañana. Hemos dormido unas dos horas. Llegamos a Andorra y hacemos la ruta de las tiendas de equipación de montaña, hacemos acopio de material comida y partimos hacia Benasque. tenemos pensado llegar a las 15:00 pero por motivos que prefiero olvidar llegamos a las 20:00.
Ahora empieza lo bueno. Estamos cansados de tanto viaje y haber dormido poco la noche anterior. El punto de partida y donde hemos quedado con los demás colegas para salir al dia siguiente hacia Els Posets es el refugio de Angel Orús. Del parking hasta el refugio supuestamente se tardan dos horas. Mientras nos equipamos nos cae la noche. Salimos hacia el refugio iluminandonos con los frontales. De vez en cuando vemos alguna señal que nos indica que estamos en la ruta buena. Hay nieve helada por lo que tenemos que hacer uso de crampones. Llevamos tres horas andando y no tenemos ni idea de donde esta el refugio pero de vez en cuando seguimos viendo las señales de la ruta lo cual nos tranquliza. El cielo superdespejado nos muestra una bóveda increible, un cielo estrellado espectacular que no puedo disfrutar ya que voy concentrado en subir. Son las 01:00 y hace rato que hemos dejado de ver la señales del sendero. Para más inri estamos metidos en una ladera vertical nevada que está acabando conmigo. Le dijo a Javi que no puedo más y el me dice que en lo alto de la ladera si no vemos el refugio vivaqueamos y mañana dios dirá. Llego exausto a la cima con un pajarón del quince ya que en todo el día apenas hemos comida unas piezas de fruta y no hemos bebido nada, además de que llevamos casi 24h sin dormir. Cualquier aficionado a la montaña diria que somos unos descerebrados y le doy toda la razón. Al llegar a la cima vemos alo lejos refugio con todas las luces apagadas. Manda cojones que un refugio con electricidad no tenga una baliza encendida por la noches. Maldigo a quien no ha dejado ni una bombilla encendida pero el ver el refugio me da ese extra de energia para llegar.
Al llegar, 02:00 todo el mundo está dormido así que nos metemos en el comedor y nos acostamos. Estoy en ese mismo momento destrozadisimo, al límite. A las 05:00 nos ponemos en pie, todo el mundo del refugio se prepara para salir, unos para hacer alpinismo otros sky de travesia, snow… Bueno, esas 3h de sueño me han cargado las pilas bastante. Desayuno estilo Javi, es decir, solomillo del buey con café, saludos a los amigos de Valencia Activo y nos ponemos en ruta.
Está amaneciendo, el cielo esta despejado y no hace frio. Empezamos a subir charlando, comentando el viaje hasta que llegamos a la Canal Fonda un repecho de tres pare de cojones que me deja triturado. Menos mal que la nieve esta helada y los pies no se hunden. Empiezo a cansarme. Javi como experto es este deporte me va explicando, corrigiendo, gracias a el hoy tengo las rodillas intactas.
Seguimos subiendo haciendo un gran esfuerzo hasta que llegamos unas 5 horas más tarde a lo que es el repecho final que nos tiene que llevar a la cima. Se me atraganta como una cosa mala. Cada 10 pasos tengo que parar a coger aire. Me clavo los bastones en los hombros y dejo descansar mi peso sobre ellos. tenemos desniveles de hasta el 60 grados. No se de donde saco fuerzas pero hacemos cima. Javi y yo decidimos no ir al punto geodesico unos metros más arriba ya que esto nos llevaría una hora y media de ida y vuelta más.
En ese momento en el que estamos arriba, y estoy hecho polvo pienso que nos queda bajar al refugio y de ahi al parking para luego volver del tirón a Valencia. Bueno, ahora es todo para abajo me dijo. Jarrrr, Javi me adelanta los acontecimientos que se nos van a presentar. Un dia tan bueno implica sol y sol implica que la nieve que esta mañana era hielo se convertirá en nieve polvo.
En la bajada todo el sobreesfuerzo empieza a pasarme factura. Los pies se hunden hasta la rodilla a cada paso y los abductores me dan unos calambres impresionantes. Cada pocos pasos me hundo hasta casi la cintura y salir me cuenta las pocas energias que me quedan. Cada valle que pasamos creo que voy a encontrar el refugio, pero no aparece. No me puedo creer que hayamos subido tanto.
Finalmente aparece al fondo de un valle con lo que decidimos poner en práctica por ultima vez lo que ha sido nuetro sistema para bajar, culo al suelo y para abajo aunque como se puede comprobar en el video de abajo, lo de parar no se me daba muy bien.